domingo, 6 de septiembre de 2015

Estoy de mudanza

Buenas amig@s,

El motivo de este nuevo post es sola exclusivamente avisar a tod@s de que me mudo a Wordpress. Encontrareis el viejo y el nuevo contenido en la siguiente dirección

www.aortima.wordpress.com

Un saludo.


martes, 23 de junio de 2015

PRP. O lo que es lo mismo, una inyección de vitalidad+juventud

     Bueno, este mes me he retrasado un poquito con el post, pero ya por fin ha terminado el curso y llega el verano, a ver si nos relajamos todos y nos tomamos un buen kit-kat, que falta hace también para mantener la salud.

     Hoy voy a hablar del PRP. "-¿Y eso qué eh lo que eh?-" Pues es algo mágico, estupendo y buenísimo.

     Yo no había oído hablar de esto en la vida. Pensaba que lo mejor para revitalizar la piel era gastarse un dineral en cremas. Que sí, que hacen, pero nada que ver con el PRP.

     Como ya sabéis algun@s, este año me he dedicado a especializarme en Enfermería Dermoestética y fue una de las primeras cosas que aprendimos, ya que es un tratamiento estrella, sencillo y muy recomendable, totalmente natural... ¡y milagroso! Y es que vale para todo. Os comento en qué consiste:

     Primero, se hace una extracción de sangre. Es como la analítica que te hacen todos los años en la revisión de la empresa, o como cuando te haces un chequeo médico. 

     En segundo lugar, se separan los componentes de la sangre de modo que obtenemos las células sanguíneas por un lado (glóbulos rojos y glóbulos blancos), y el plasma y las plaquetas por otro. El plasma se divide en dos partes, el plasma rico en plaquetas (PRP), que son las que contienen los factores de crecimiento y el plasma pobre en plaquetas (PPP), que aunque contenga menos factores de crecimiento, algo contiene y también lo vamos a utilizar. 

     En tercer lugar, se inyecta el PRP en la zona a tratar. Dependiendo de la finalidad que buscamos, lo activaremos o no, es decir, romperemos las plaquetas para que suelten todos los factores de crecimiento cuanto antes, o dejaremos que ellas solas vayan actuando y liberando esos factores de crecimiento tan buenos.

     Y... Voilá! Donde lo pongas, regeneración mágica. Desventajas, contraindicaciones, alergias, efectos secundarios... ¡Ninguno! ¡Si más natural no puede ser! ¡Si es tuyo de tu propio cuerpo!

     Bueno, y ¿qué hace exactamente? Es que a mi eso de que me pinchen, me da no sé qué...

     Pues veréis, en Dermoestética se suele utilizar para rejuvenecer el rostro, reafirmar la piel en cualquier zona del cuerpo, mejorar el estado del cabello, acelerar su crecimiento, dar brillo, luminosidad, etc. Vamos, lo que viene siendo una inyección de juventud a lo bestia. Sin rellenar, estirar, ni reformar. De forma progresiva y natural. Vamos..., que merece la pena muchísimo el pequeño pinchacito. 

     Os dejo una foto con el resultado de tan solo una sesión de PRP. ¡Se nota la diferencia, eh!



     Y es que los factores de crecimiento lo que hacen es regenerar de manera asombrosa, porque esa es su función. Cuando nos hacemos una herida, la sangre que brota por ella forma el coágulo para reparar el tejido roto, y este coágulo está formado por:

     1. Las plaquetas, que son una especie de sacos llenos de factores de crecimiento y son los encargados de regenerar el tejido.

     2. El plasma, que contiene todas las vitaminas y proteínas que lleva nuestra sangre. Así pues, se produce la liberación de un montón de sustancias que fabrican tejido rápidamente.

     3. Y la fibrina, que se coloca en forma de malla que tensa y sirve de telar. 

     Por tanto, esta terapia de plasma rico en plaquetas, o lo que es lo mismo, rico en factores de crecimiento, se puede utilizar y, de hecho se está aplicando con excelentes resultados en casi todas las especialidades médicas para regenerar tejidos: traumatología, oftalmología, cirugía ortopédica, odontología, tratamiento de heridas crónicas,... Y por supuesto, en medicina estética. 

     En la piel el PRP lo ponemos con la técnica de mesoterapia, es decir, mini-inyecciones superficiales de pequeñas cantidades en la piel. Se puede utilizar anestesia tópica en forma de crema para que no duela. Y el PPP, lo aplicaremos en forma de serum posteriormente, ya en casa, preferiblemente por la noche.  

     Lo más recomendable es hacerse una sesión cada mes, durante 3 meses aproximadamente, y repetir a los 6 meses. Todo esto depende ya del estado de nuestra piel y lo que queramos conseguir. Siempre, este tipo de tratamientos deben ser realizados por un profesional sanitario correctamente cualificado y nos debemos dejar aconsejar por él. Nos harán firmar un consentimiento informado y nos tomarán fotos del antes y el después. 

     Los efectos se notan a partir de la tercera semana, alcanzando su máximo nivel aproximadamente al mes de la aplicación. ¡Y son espectaculares! Así es que ya sabéis. No gastéis excesivo dinero en cremas caras y ahorrad para el PRP, que vuestra piel os lo agradecerá. 


     

martes, 12 de mayo de 2015

FELICIDADES A TOD@S L@S ENFERMER@S

Pues sí! Hoy es el día de la Enfermería, profesión que elegí y con la que me casé felizmente en 2003. Y es hoy precisamente cuando se celebra porque un tal día como hoy, 12 de mayo, hace ya 195 años , nació una mujer llamada Florence Nightingale, que fue la precursora de la Enfermería. Era una mujer con agallas, talento, inteligencia, carácter..., y los coj...(piiiiii) tan grandes como el caballo de Espartero.Fijaos si era fina la señora, que fue capaz de ponerle las pilas al mandamás del ejercito en la guerra de Crimea. Escritora y estadística, escribió y publicó numerosos trabajos, creó un modelo del Proceso de Atención de Enfermería. A día de hoy, algunos de sus libros, siguen siendo de utilidad y un referente para todo aquel que tiene que cuidar a otro.

Bueno, pues hoy es una merecidísima ocasión para hacer una entrada en este blog que va dedicado especialmente al arte de cuidar y cuidarse. Porque la Enfermería es un arte, y no sólo es un arte para el que se nace, sino con el que te casas y como todos los matrimonios, aunque sean felices, a veces parece que se te atraganta alguna situación.

Y es que la Enfermera es vocacional y necesita aguantar de todo. Mal valorada, a veces muy criticada, a veces no se la toma en serio, a veces se la tiene por médico frustrado, a veces se infravaloran sus conocimientos y su capacidad... Por lo tanto, ser enfermera es algo duro, pero nosotras somo así, nos conformamos con una mirada de agradecimiento, una cara de esperanza al vernos llegar, un simple gracias, e incluso, a veces, simplemente saber que gracias a ti un paciente se salvó o mejoró o tuvo menos molestias, aunque no lo vuelvas a ver.

Una vez que eliges ser Enfermera, lo eres las 24 horas del día y en cualquier lugar. Y siempre, tu vocación estará por delante de cualquiera que se ponga en tu camino.

Ánimo compañeras! Hay quien nos valora, hay quien nos quiere y también hay quien nos cuida... También existen algunos pacientes que nos hacen caso!!! Por supuesto, nosotras también necesitamos que nos cuiden, aunque a veces disimulemos. A nosotras también nos duele el cuerpo y el corazón. Por eso, necesitamos a veces un poco de comprensión. Pero eso sí, hay que superarse día a día, hay que seguir aprendiendo, hay que aguantar que te insulten o menosprecien, ... Al final, la que se mira al espejo todas las mañanas, sigues siendo tú misma y el brillo de tus ojos, sólo depende de saber que lo hiciste bien.

Me siento orgullosa de ser Enfermera. Cada día que pasa, encuentro mayor vocación. Por supuesto, hago muchos sacrificios, no paso casi tiempo con los mios, me pierdo festividades y celebraciones familiares, de amigos, no tengo libres muchos días festivos, cedo mi sueño a los que me necesitan de noche, cedo mi hambre a los que me necesitan a la hora de comer... Pero eso es lo que elegí y me sigue gustando. A día de hoy, los mios lo saben y lo entienden, y eso es lo más valioso.

Felicidades a todos y todas, porque aunque a veces la palabra "bonito" no sea la que se nos viene a la cabeza al pensar en nuestro trabajo, sí es lo más bonito que puede hacer un ser humano.

domingo, 19 de abril de 2015

Más vale proteger...

Bueno, pues va llegando el buen tiempo y con él las ganas de dar paseos por el campo y por la playa, sobretodo ahora que todavía no hace demasiado calor y nos gustaría ir cogiendo colorcito con los rayos de sol. Pero recordando el anuncio de protector solar aquel que decía "¡Cuidado con Lorenzo, nenas!", voy a poner a continuación unos consejillos para cuidar vuestra piel y prevenir los daños que Lorenzo nos causa.

Y es que nos encanta ponernos al solecito y sintetizar vitamina D, pero lo que no sabemos o se nos olvida, es que los rayos UV son una de las principales causas del envejecimiento prematuro de la piel. No sólo acelera la aparición de las arrugas, sino que hace que aparezcan manchas y se pierda elasticidad. La quemadura solar es una quemadura en toda regla y deja una cicatriz no perceptible a simple vista, pero que ahí queda la agresión y su memoria en nuestra piel. Y todo eso por no hablar del aumento de la incidencia de melanoma en la población.

Este año, Nivea nos lo muestra muy bien en su spot que comparto ya que una imagen vale más de mil palablas y resulta de lo más curioso e interesante.


1. Hay que usar protección solar sí o sí. Y no sólo en verano o primavera, pues aunque no haga calor, aunque ni siquiera haga un día soleado, los rayos UV llegan hasta nuestra piel provocando daños irreparables.

2. Sobretodo en la cara. También en invierno la piel de la cara es la más vulnerable y la más fina, conviene cuidarla y protegerla usando cremas con factor de protección solar alto, pues la cara es el espejo del alma, no? Hoy en día llevan hasta un poco de color y así matamos varios pájaros de un tiro.

3. 20 minutos antes. Incluso si nos vamos a poner a montar los muebles esos tan monos que compraste para el jardín de oferta en Leroy Merlin junto con la carpa y la barbacoa para juntarte con los amiguetes este verano a liarla parda, te va a dar el sol. Y nuestra piel debe de prepararse antes, no depués. Es conveniente aplicarla 20 minutos antes, como dicen "para que se absorba" y se active.

4. Cada centímetro de tu piel. Como si de un amante se tratase, ha que untar tooooooooda la superficie del cuerpo, aunque algunas zonas estén tapadas con ropa, los rayos UV atraviesan algunos tejidos, por tanto, es mejor proteger bien todo. ¡¡¡Hasta los pies!!! (que también son del cuerpo).

5. Muchas veces. Dependiendo del número de factor de protección tendremos que aplicar con mayor o menor frecuencia. Es decir, que si usamos SFP 15 habrá que aplicar cada 15 minutos aproximadamente y si usamos SPF 50, con aplicar cada 2 horas bastará. La barrera es la misma. Conviene leer el prospecto siempre para conocer bien la duración del producto que estamos usando.

6. Si nos mojamos, otra vez. Aunque pequemos de repetitivos, aunque en el envase ponga aquello de "waterproof". Da igual, con el agua se va, aunque no se vaya en su totalidad. Así es que más vale aplicar de nuevo que no tener algunas zonas desprotegidas.

7. La mejor, la sombra. La mejor protección es ponerse a la sombra. Por mucha crema que usemos no hay nada que proteja como la barrera física, la mejor protección es no pasarse horas y horas ahí vuelta y vuelta bajo el sol. Bajo un sombreo y bajo una sombrilla estaremos más protegidos aún. Y hay pamelas monísimas de la muerte, atrévete.

8. Rehidratación. Es como todo, después de tomar el sol, hay que ayudar a la piel a recuperarse y rehidratarla, no sólo bebiendo muuuuucha agua, que es primordial, sino también aplicando una crema, a ser posible con Vit E que nos ayuda a regenerar los tejidos dañados y recuperar la elasticidad.

9. La depilación es para el verano, pero se hace en invierno. Nada de depilación láser si te va a dar el sol, por supuesto, ni peelings, ni tratamientos sin consultar con un profesional. Podríamos quemar aún más nuestra piel.

10. Cuanto menos, mejor. Algunas cremas cambian químicamente o se oxidan con la luz solar y se produce una reacción toxica para la piel, algunos perfumes y otros cosméticos pueden provocar reacciones de hipersensibilidad con la exposición solar y también pueden dejar marcas de por vida. Así es que cuidadín con los cosméticos.

A parte de todo esto, existen hoy en día tratamientos de mesoterapia con vitaminas y ácido hialurónico, que sobretodo en pieles maduras mejoran espectacularmente el estado de la piel. Si aún después de protegernos nos sale alguna manchita, se puede quitar con un peeling o simplemente aplicar un tratamiento para recuperar la elasticidad y la luminosidad. Pero sobre eso, escribiré otro día.

Un saludito y a cuidarse.


lunes, 16 de febrero de 2015

Cuidar y cuidarse


Cuidar y cuidarse

Porque la felicidad, el bienestar y la salud, están basados en dos principios fundamentales, cuidar a los nuestros y cuidarnos nosotros mismos.